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CANALES: ... ahora que los has nombrado a todos, me veo entrando...

Muchas felicidades amiga TERESA. Que pases un buen día.
Seguro que a estas horas tienes el banco mojado, pero aún así, seguirá siendo siempre el mejor.
Un fuerte abrazo con todo el cariño.

Pues ¡Felicidades a todas las Teresas del nuestro pueblo! Hay varias. Un abrazo.

Buenos y lluviosos días, Canales. Hablando del santoral del día, seguro que como bien dices, Naye, habrá varias Teresas. Yo de momento me acuerdo de Tere Calvo, Tere Caamaño y por supuesto de las Teresas. ¿Quién no conoció el fabuloso comercio de Las Teresas?

¡Hola Mª Jesús,! Tere Calvo, muy buena persona. Trabaja en el Hospital, fue una excelente e inteligente compañera de la escuela. Tere Caamaño, también la recuerdo, pero más niña. Y las Teresas, las del comercio.... ¡qué grande era y es esa casa. Y además bonita. En el comercio estaban Esther, era la más joven, firme, recta, y siempre sonriendo, muy educada. Mena, la gran cocinera una mujer saladísima, siempre con buen humor y dispuesta a ayudar a quien fuera. Teresa, la mujer de Vicente..... siempre " rubardiando...." seria, y sin pizca de buen humor... y después estaba el hermano que era el que llevaba toda la administración: Antonio.... ¡nunca le ví sonreir! La verdad es que era una familia para hacer una película sobre ellos. Eso sí, eran serios y honestos con el comercio, (decía la gente....) y todo estaba en perfecto orden, y limpísimo. Y en la casa pequeña de al lado, tenían, lo que podíamos llamar " una funeraria" donde se vendían los ataúdes de varios precios...

... ahora que los has nombrado a todos, me veo entrando en la tienda, subiendo esos tres peldaños centrados entre dos escaparates y reflejándome en el espejo que oportunamente había en el centro. Había tres zonas perfectamente diferenciadas: mostrador de la izquierda, comestibles. Al centro en frente, mercería y a la derecha tejidos.
Mi lugar preferido se situaba entre: a un lado, los enormes tarros de cristal que contenían las chuches... caramelos, chiles bazokas, chocolatinas... y a mi izquierda, los lomos de bacalao junto a las grandes cuchillas de corte. ¿Quién se resistía a darle un pellizco al bacalao mientras Esther o Teresa se giraban a despacharte? que me lo cuenten... ¿Alguién podía aguantar esa tentación, ese pellizco y esa degustación a sal marina?
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
… siguiendo con la casa de Las Teresas, la verdad es que es una casona muy bien pensada. Creo que era una familia que provenía de la migración del pantano. También tenían fonda y de apariencia muy limpia. Creo que las primeras oficinas del banco Santander estaban regentadas por Antonio a quien Vicente ayudaba y colaboraba haciendo llegar “las letras de cambio” (supongo que compras a plazo, típicas de la época) que él repartía, con aquella pachorra que le caracterizaba, de la mano de aquellas bicicleta ... (ver texto completo)