Pues, érase una vez, una pareja de bueyes que tiraba de un carro... y tiraba, tiraba... y una día, levantando la vista, vieron un tractor con un remolque.
Y siguieron tirando. Pero mira tú, que un día, el amo, puso el carro delante los bueyes y la cosa no marchaba.
Moraleja, no pongas el carro delante de los bueyes, que no funciona.
Y siguieron tirando. Pero mira tú, que un día, el amo, puso el carro delante los bueyes y la cosa no marchaba.
Moraleja, no pongas el carro delante de los bueyes, que no funciona.