Hoy mas que ningún día quiero darte las gracias por concederme ese favor que te pedí y que mi tía cada día lo hacía, que cuando llegará sus últimos momentos fuera una muerte tranquila y así a sido, compartió asta su último día la compañía y cariño de compañeros y trabajadores de residencia y en sólo un día se apagó tranquilo y sin dolor su cansado corazón
Qué pena Marinieves la muerte de tu tía. Desde aquí te mando mi más sentido pésame, en mi nombre y en el de mi familia y un abrazo muy fuerte para tu madre. Dentro de la tristeza sí consuela el hecho de que partan de este mundo tranquilamente y sin sufrir. Un beso muy fuerte para toda tu familia.