El Sr. Secretario emérito, nos tiene un poco abandonaos, como otros muchos calecheros y se nota su ausencia con ese verso fácil, esa ironía fina y ese formidable sentido del humor.
Yo entiendo que tiene que ser difícil, vivir sin
coche oficial, sin sueldazo, dietas y desplazamientos varios... pero ya nse sabe que nos somos nada...