Ofertas de luz y gas

CANALES: Este mensaje hizome recordar un cuento....

Y dijo yo estas inquilinas no tendrán algo que ver......... Por que a mi me da que pensar

Pobretinas. Despues de un largo viaje, llegar a su destino no tener casa y nada que comer.

Este mensaje hizome recordar un cuento.
La raposa y la cigueña.
Contaban que la raposa bajaba todos los dias en busca de alguna gallina muerta o conejo que algun vecino del pueblo se le habia muerto y tiraba para un pozo que habia detras de la iglesia, justo al lao de la escombrera.
La cigueña al verla todos los dias, decio saludarla con un buenos dias y preguntandole si era Maria Garcia. Con esa disculpa entablarón amistad.
Un año cuando la cigueña llegaba cansada del largo viaje que habia hecho desde Africa hasta el pueblin, la raposa aprovecho para quedar bien invitandola a comer una sopa en su casa.
Podeis imaginar lo contenta que se puso la cigueña. Pensaba que el caldin que le ofrecia su amiga la raposa le iba a dar fuerzas para reponerse y coger fuerzas para hacer frente al frio. Asique se arreglo un poco las plumas y se dirigio a casa de la raposa. A todo esto el olor de la sopa ya le llegaba por los aires y los jugos gastricos a cada movimiento de alas que hacia mas se le activaban.
Llamo a la puerta y Maria Garcia con su mandil puesto salio a recibirla.
Diciendole, pasa, pasa amiga, que ya tengo la mesa puesta.
Que sorpresa se llevo la cigueña cundo vio que en la mesa habia dos platos con sopa. Los miraba y no sabia como poder comer aquella sopa que tambien olia. La pobretina intentaba meter el pico en el plato y notaba que al estomago no le llegaba nada. Mientras Maria Garcia de cuatro lametazos acabo con lo que habia en su plato y con lo de la pobre invitada.
Que cabreo cogio la cigueña.
Asique pusose manos a la obra y un dia decidio devolverle la invitacion.
La raposa acepto la invitaciòn y cuando se disponian a cenar vio que la cigueña serbia la sopa en dos garrafones. Empezo a mirar y requetemirar el garrafòn y por mucho que lo miraba se daba cuenta que la lengua no le podia llegar al caldo. Mientras, la cigueña saciaba su hambre y asi se vengaba de la que habia creido ser su amiga.
Y colorin colorado este cuento se a acabado
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Muy bien Pilarina, de la raposa Maria García me contaba muchos mi abuelo Ricardo, ¡y como me gustaban!