Habia una vez una señora que estaba esperando el tren en la estación. Como llevaba retraso, se compro una revista, una botella de agua y un paquete de galletas y se sento en un banco. Mientras ojeaba la revista, un joven se sento a su lado y empezó a leer el periódico. De pronto, sin decir una sola palabra, el hombre estiro la mano, cogio el paquete de galletas, lo abrió y se comio una. La señora se molesto un poco,, asi que, con un gesto exagerado, saco una galleta del paquete y se la comio mirándolo fijamente. Como respuesta, el hombre cogio otra galleta y mirando a la mujer sonriendo, se la llevo a la boca. El dialogo de miradas y sonrisas cotinuo entre galleta y galleta, y la mujer cada vez estaba mas enojada. Al final, cuando solo quedaba una, el joven la partio en dosy, con un gesto amable, le ofrecio la mitad a su compañera de banco. La señora la cgio, se levanto furiosa y subio al tren que acababamde llegar. de pronto, sitio la boca reseca por el disgusto. Abrio su bolso para sacar la botella de agua y se quedo estupefacta cuando vio que su paquete de galletas estaba allí intacto.
¡Cuantas veces la desconfianza hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las situaciones encasillandolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad!
¡Cuantas veces la desconfianza hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las situaciones encasillandolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad!
Muchas personas lo hacen..... lo he visto. Se juzga y se encasilla sin conocer.......