Fuimos vecinas, puedo decir que en casi todos los años que hace que vine para
León. Primero en
Canales, y de doble manera, porque también lo era de nuestro taller de la
Romería.
Por su
amistad con Elíseo y Aurita nos veíamos casi todos los días por la tarde sentados en un banco de madera que estaba pegado al taller debajo de un saúco.