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Habia, hace tiempo inmemorial, tres bueyes que eran tan amigos que siempre salían a pastar juntos y asi permanecían todo el dia. En la misma colina, vivia un león hambriento que solo deseaba hincarles el diente. Pero como siempre era una piña, resultaba imposible atacarlos sin salir malherido del enfrentamiento.
Transcurrieron unos días y, por fin, el león creyo haber encontrado el plan perfecto para separar a los tre bueyes y lograr su propósito. Se dedico a contarles, uno por uno, mentiras e infundios sobre los otros, con el único y perverso fin de enemistarlos. Y tan persuasivo fue el felino que, al dia siguiente, los bueyes salieron a pastar por separado, desconfiando de sus amigos sin haber comprobado, en ningún momento, si lo que aseguraba el león sobre ellos era cierto o no.
Cuando el león llego al prado donde pastaban y vio que estaban separados por centenares de metros, se atrevio a atacarlos y, sin demasiado esfuerzo, les dio muerte.
Si hubieran permanecido juntos y ajenos a las habladurías, si hubieran hecho oídos sordos de las opiniones falsas sobre sus amigos, aun estarían vivos. Porque la unión hace la fuerza y la discordia la debilita.
Transcurrieron unos días y, por fin, el león creyo haber encontrado el plan perfecto para separar a los tre bueyes y lograr su propósito. Se dedico a contarles, uno por uno, mentiras e infundios sobre los otros, con el único y perverso fin de enemistarlos. Y tan persuasivo fue el felino que, al dia siguiente, los bueyes salieron a pastar por separado, desconfiando de sus amigos sin haber comprobado, en ningún momento, si lo que aseguraba el león sobre ellos era cierto o no.
Cuando el león llego al prado donde pastaban y vio que estaban separados por centenares de metros, se atrevio a atacarlos y, sin demasiado esfuerzo, les dio muerte.
Si hubieran permanecido juntos y ajenos a las habladurías, si hubieran hecho oídos sordos de las opiniones falsas sobre sus amigos, aun estarían vivos. Porque la unión hace la fuerza y la discordia la debilita.
