Trancare la puerta y no se si dejar la llave en el sitio de costumbre. No os he contado lo que me paso el otro dia. Alguien nos entro en la casa y encontrela patas arriba. Hasta en la cuadra habían entrao. Soltaronme dos jatos que tenia encadenaos. Los gochos metironmelos en la cocina de curar y los varales que en ella había con los chorizos curaos, aparecieron en el pajar. Y el gato ¡pubretin! metieronlo en el horno de la cocina. Apunto de mori rasfisiao estuvo el pobretin. Muchas picias hicieronme en la casa. No se quien seria, pero yo tengo un sospechoso y no creo confundirme. Pami que ha vuelto el Duende de Valdeballina