Empieza el obispo la misa en la catedral a las 13:00 horas, como de costumbre, y dice: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo. La gente responde: Amen. Pero al Obispo le dio la impresión de que el micrófono estaba averiado. Da un golpecito en el y dice en voz baja: Este micrófono esta estropeado. Y la gente dice: ¡Y con tu espíritu!