Llega el
otoño y toca ponerse melancólico, es el sentimiento que mejor le sienta al sol que ya no arde, a las hojas caídas y al olor de los suelos mojados por la
lluvia. Sí, el
verano ha terminado, pero empieza el bello espectáculo que cubre los
paisajes con un
manto color fuego.
Bienvenido otoño.