¡Madre mía. Cualquiera lo reconoce! Cantidad de años tiene esta fotografía
Paseo de las Negrillas o de las Moreras. El negrillo era un árbol muy dado en el paisaje leonés: un árbol terco, de enconadas arrugas, de hoja pequeña y sustanciosa, de escasa pompa y de mucha raíz. Y no sé por qué a mí se me antoja que más que el chopo, al que Ortega elevó a la categoría de emisario público de nuestra identidad, nos caracteriza el negrillo, tan prieto, tan enjuto, tan entremetido en la arquitectura rústica de nuestros campos. El negrillo era el soporte principal de la sebe, que es, como todo el mundo debe conocer si de estudiar las formas de vida del leonés se trata, la muralla, la trinchera verde que separa y garantiza la propiedad. Hoy, aquel paseíllo de las Negrillas o de las Moreras, se titula con pretenciosidad Avenida de Ordoño II, rey al que se le atribuye la fundación real de la Ciudad.
Paseo de las Negrillas o de las Moreras. El negrillo era un árbol muy dado en el paisaje leonés: un árbol terco, de enconadas arrugas, de hoja pequeña y sustanciosa, de escasa pompa y de mucha raíz. Y no sé por qué a mí se me antoja que más que el chopo, al que Ortega elevó a la categoría de emisario público de nuestra identidad, nos caracteriza el negrillo, tan prieto, tan enjuto, tan entremetido en la arquitectura rústica de nuestros campos. El negrillo era el soporte principal de la sebe, que es, como todo el mundo debe conocer si de estudiar las formas de vida del leonés se trata, la muralla, la trinchera verde que separa y garantiza la propiedad. Hoy, aquel paseíllo de las Negrillas o de las Moreras, se titula con pretenciosidad Avenida de Ordoño II, rey al que se le atribuye la fundación real de la Ciudad.