Mi querida catequista. Contemplo esta
foto con nostalgia, cuantos recuerdos en cincuenta años de nada. Sabes que uno ya hace bastante que nos dejó y aunque siempre seguirá en mi mente y en mi corazón, su ausencia se hace difícil superarla. La vida y sus golpes bajos, que se van superando pero a la vez dejan cicatrices imborrables.... ¡