Pero que curiosona eres. Es un vidon de leche en polvo que en las posguerra mandaban de Alemania para repartir entre la gente que lo estaba pasndo mal y que repartían en las escuelas
Y por la tarde nos daban el exquisito queso anaranjado Cheddar para merendar. Procedían de EE. UU. y formaban parte del "Plan Marshall" para ayudar a los países pobres y necesitados. Fueron alimentos fundamentales de los marines norteamericanos en La Guerra de Corea. Recuerdo ambas cosas con muchísimo cariño en Las Escuelas de El Cid de León. El queso venía en unas grandes latas que abría el sr. maestro, cortándolo en porciones que iba repartiendo a los alumnos. Ambas delicias solo se dispensaban en la enseñanza pública. Muchísimas gracias por traerlo a la memoria. Eran los años 50 del final de la postguerra. Seguro que Toño también disfrutó de estos dos auténticos manjares.