Y con el frio que tenemos, el férvido hecho y con la historia de Basi para leer, que mejor que sentarme a calentar los pies en el horno de la cocina.
Si os apetece estais invitadas, podeis pasar hasta la cocina y calentaros por dentro y por fuera. Para estas temperaturas que tenemos no hay nada como esta cocina. Me acuerdo cuando iba a casa estaba la calefacion puesta y yo siempre me quedaba en la cocina y con los pies en el horno. Entonces me decía mi padre pero no te asas Pilarina. Y claro que me asaba pero me encantaba el calor que despedia la cocina. Creo que me hacia recordar el frio que nos quito esta cocina y el brasero debajo de la mesa camilla. Que tiempos aquellos que no teníamos todas las comodidades que tenemos ahora y que yo las hecho de menos