EL HACHA Y EL MANGO.-Cierto dia, un leñador se encontraba talando en el bosque cuando se le rompió el mango de su hacha. Tenia una dura jornada de trabajo por delante, asi que se puso a suplicar con lagrimas en los ojos a los arboles para que le dieran la madera mas fuerte y duradera que existiera con la que poder construir un mango. El hombre quería hacer el mejor mango, a poder ser que le durara para siempre, porque si construia un hacha fuerte que le permitiese cortar mucha madera podría llevar comida a su casa y alimentar a su familia, ya que sin el hacha estaba sin trabajo. Ante sus sollozos, los arboles decidieron cederle la madera sabiendo que, una vez pusiera el mango al hacha, el los iba a cortar para utilizarlos como leña.
El leñador, ya con el hacha bien acabada, empezo a cortar cada rama y tronco que veía. Entonces, se escucho decir a la triste y pequeña encina al árbol grande llamado fresno que era muy infeliz al ver que sus propios amigos, los arboles grandes, ayudaban a su enemigo a construir un hacha.
Esta historia nos enseña que no es bueno ceder ante personas que bien sabes que van a utilizar las cosas que les distes en tu contra. Debemos cuidar lo que tenemos, ya que es nuestro único tesoro y el don mas preciado que posemos
El leñador, ya con el hacha bien acabada, empezo a cortar cada rama y tronco que veía. Entonces, se escucho decir a la triste y pequeña encina al árbol grande llamado fresno que era muy infeliz al ver que sus propios amigos, los arboles grandes, ayudaban a su enemigo a construir un hacha.
Esta historia nos enseña que no es bueno ceder ante personas que bien sabes que van a utilizar las cosas que les distes en tu contra. Debemos cuidar lo que tenemos, ya que es nuestro único tesoro y el don mas preciado que posemos