Papá Noel entró por la chimenea, pero no había nadie en el salón, ni tampoco árbol de Navidad, ni cualquier otro signo, que indicara presencia humana. Pasó a la casa de al lado y le ocurrió lo mismo. Salió al camino y no encontró coches aparcados, ni luz en las farolas, ni perros que ladrasen. La Nueva España, vaciada. y, a lo lejos, oyó que alguien cantaba: adiós ríos, adiós, fontes, adiós regatos pequenos... Pero, pese a todo, y aún en la distancia. FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS.