Algunos vinculan la tradición de San Juan con los festivales paganos o celtas que se celebraban hace miles de años durante el solsticio de verano (es decir, el 20 o el 21 de junio). Durante estas fiestas se rendía culto al Sol encendiendo hogueras para dar la bienvenida al buen tiempo y pedirle al Sol que no abandonara el cielo. También se pedía ahuyentar malos presagios y atraer la fertilidad a la Tierra. Otra leyenda cuenta que era una forma de celebrar el amor del Sol por la Tierra.
Sea como sea, lo que está claro es que, en todas las teorías, además del sol, hay otro protagonista: el fuego. Y es que por aquella época se creía que el fuego tenía poder purificador y servía para protegerse de los malos espíritus.
Sea como sea, lo que está claro es que, en todas las teorías, además del sol, hay otro protagonista: el fuego. Y es que por aquella época se creía que el fuego tenía poder purificador y servía para protegerse de los malos espíritus.