Y que viva esta gran matriarca tan resalada que tenemos, que atiza desde Torrevieja con la mejor sabiduría del mundo. te prometo solemnemente,
amiga Pilar, que ya nunca más se te volverá a quemar
comida alguna por mi culpa. Un beso muy fuerte y un abrazo para Gilio y mil gracias por vuestros consejos sabios, que siempre tendremos en cuenta, desde el cariño y el respeto. VIVAN NUESTROS PATRIARCAS ¡