LA INTERVENCIÓN DE LOS ORGANIZADORES.-
El encuentro fue presentado por José Mª “el Santo” de Yoli. Hizo una introducción preparatoria de lo que era un calecho, situó al público en aquellos calechos de nuestros abuelos y lo hizo de forma detallada, profunda y a la vez entrañable. Nos llevó de la mano por ambientes caldeados por las brasas del hogar. Con un tazón de leche humeante y migado, nos hizo oír el golpeteo de unas madreñas que se acercaban… para llevarnos al momento actual con: “Todo comenzó con una “voz” que un día de abril de 2008 escribió en su ordenador:— ¿Hay alguien ahí? Días después recibió la respuesta:—Si, estoy yo.”
En esto las cortinas se va abriendo, descubriendo a los calecheros que se dejan oir con … “—Y yo.—Yo también.”
No puedo olvidar que José Mª es un escultor de la palabra por el que siento admiración y un cierto pudor, sobre todo si alguien delante de él menciona que yo escribo bien… por favor!
La Secre inició su intervención con el poema de su madre. Viene transcrito en el programa y en el pergamino. Fue un viaje a través de las estaciones del año, las labores del hogar y del campo, el cantar de los pájaros y los sentimientos de una madre que añora a los hijos ausentes y al llegar a estas estrofas, la sentimos con emoción contenida, quebrada la voz… Quien no conozca a Yoli, podría pensar que era una excelente actriz, que lo es, no lo dudéis. Los que la conocíamos sabíamos que aquello era auténtico y como buena actriz tiró p’adelante.
Si actriz es buena, como directora no tiene precio, intentando sacar tonalidades de donde no las había, forzando las situaciones. Sé que en ocasiones se quedó con las ganas de exigir más y más… pero sabía que las dotes artísticas de una gran mayoría llevarían las narraciones del grupo a buen término. Nos repite el texto, las impregna de sus intenciones, que muchas veces están entre líneas, nos sugiere el tono y nosotros… hacemos lo que podemos. ¡!
Intervino dando una lección de lo que es una narrativa viva y animada con el recuerdo a las resbaletas de la casa del Maragato y la caída de La Chita, personaje de sobra conocido en el pueblo.
Yoli está segura en el escenario, domina cualquier situación con total normalidad. Ella fue la que hizo una primera selección de las lecturas y determinó el ritmo del calecho para no caer en el tedio.
Igualmente segura está en el escenario Coral. Nuestra organizadora, a quien debemos todo el tinglado de preparativos sin los cuales este encuentro no hubiera tenido la repercusión que ha tenido que hasta en Pedrún de Torío, me cuenta una compañera de trabajo que una vez que salió en prensa lo del Calecho de Canales, aprovechó el cura en el sermón para instar a la gente del pueblo a utilizar internet para hacer pervivir los recuerdos, las añoranzas y las tradiciones y reunir a la gente dispersa por el mundo. Prensa, televisión, búsqueda de financiación, detalles para las casas patrocinadoras (los que pusieron la pasta, entiéndase), detalles para los que quisieron asistir al calecho…
Coral actuó como los cantaores de cante jondo, poniendo sentimiento desde las estrofas que escribió su abuela sobre la derrita hasta el poema tan desgarrador que Jose la de Honorato dedicó al pueblo de su padre. Y aprovechó para presentarla como autora del mismo, un detalle... Os aseguro que se ponían los pelos de punta…….. Verla actuar ese día fue un auténtico espectáculo para los ojos de la cara y los del alma.. Hace gestos creativos con las manos como subrayando lo que dice al tiempo que te mira como confesando que sí, que es una artista precisamente porque aún no ha perdido la capacidad de sorprenderse ni la de fascinarse.
Creo que nos hemos quedado muy cortos alabando el trabajo organizador de Coral, así que amiga… tendrás que perdonarnos… detrás de cada artículo en la prensa, reportaje en la tele, diseño de carteles y obsequios y hasta cada sorbo de mistela… está Coral.
Un triple abrazo y mi reconocimiento más profundo. Tengo que descubrirme ante vosotros y lo hago orgullosa y gustosamente.- Mariajesús Morla
El encuentro fue presentado por José Mª “el Santo” de Yoli. Hizo una introducción preparatoria de lo que era un calecho, situó al público en aquellos calechos de nuestros abuelos y lo hizo de forma detallada, profunda y a la vez entrañable. Nos llevó de la mano por ambientes caldeados por las brasas del hogar. Con un tazón de leche humeante y migado, nos hizo oír el golpeteo de unas madreñas que se acercaban… para llevarnos al momento actual con: “Todo comenzó con una “voz” que un día de abril de 2008 escribió en su ordenador:— ¿Hay alguien ahí? Días después recibió la respuesta:—Si, estoy yo.”
En esto las cortinas se va abriendo, descubriendo a los calecheros que se dejan oir con … “—Y yo.—Yo también.”
No puedo olvidar que José Mª es un escultor de la palabra por el que siento admiración y un cierto pudor, sobre todo si alguien delante de él menciona que yo escribo bien… por favor!
La Secre inició su intervención con el poema de su madre. Viene transcrito en el programa y en el pergamino. Fue un viaje a través de las estaciones del año, las labores del hogar y del campo, el cantar de los pájaros y los sentimientos de una madre que añora a los hijos ausentes y al llegar a estas estrofas, la sentimos con emoción contenida, quebrada la voz… Quien no conozca a Yoli, podría pensar que era una excelente actriz, que lo es, no lo dudéis. Los que la conocíamos sabíamos que aquello era auténtico y como buena actriz tiró p’adelante.
Si actriz es buena, como directora no tiene precio, intentando sacar tonalidades de donde no las había, forzando las situaciones. Sé que en ocasiones se quedó con las ganas de exigir más y más… pero sabía que las dotes artísticas de una gran mayoría llevarían las narraciones del grupo a buen término. Nos repite el texto, las impregna de sus intenciones, que muchas veces están entre líneas, nos sugiere el tono y nosotros… hacemos lo que podemos. ¡!
Intervino dando una lección de lo que es una narrativa viva y animada con el recuerdo a las resbaletas de la casa del Maragato y la caída de La Chita, personaje de sobra conocido en el pueblo.
Yoli está segura en el escenario, domina cualquier situación con total normalidad. Ella fue la que hizo una primera selección de las lecturas y determinó el ritmo del calecho para no caer en el tedio.
Igualmente segura está en el escenario Coral. Nuestra organizadora, a quien debemos todo el tinglado de preparativos sin los cuales este encuentro no hubiera tenido la repercusión que ha tenido que hasta en Pedrún de Torío, me cuenta una compañera de trabajo que una vez que salió en prensa lo del Calecho de Canales, aprovechó el cura en el sermón para instar a la gente del pueblo a utilizar internet para hacer pervivir los recuerdos, las añoranzas y las tradiciones y reunir a la gente dispersa por el mundo. Prensa, televisión, búsqueda de financiación, detalles para las casas patrocinadoras (los que pusieron la pasta, entiéndase), detalles para los que quisieron asistir al calecho…
Coral actuó como los cantaores de cante jondo, poniendo sentimiento desde las estrofas que escribió su abuela sobre la derrita hasta el poema tan desgarrador que Jose la de Honorato dedicó al pueblo de su padre. Y aprovechó para presentarla como autora del mismo, un detalle... Os aseguro que se ponían los pelos de punta…….. Verla actuar ese día fue un auténtico espectáculo para los ojos de la cara y los del alma.. Hace gestos creativos con las manos como subrayando lo que dice al tiempo que te mira como confesando que sí, que es una artista precisamente porque aún no ha perdido la capacidad de sorprenderse ni la de fascinarse.
Creo que nos hemos quedado muy cortos alabando el trabajo organizador de Coral, así que amiga… tendrás que perdonarnos… detrás de cada artículo en la prensa, reportaje en la tele, diseño de carteles y obsequios y hasta cada sorbo de mistela… está Coral.
Un triple abrazo y mi reconocimiento más profundo. Tengo que descubrirme ante vosotros y lo hago orgullosa y gustosamente.- Mariajesús Morla