Pacita, este mediodía mientras comiamos un estupendo cabrito de Inés Manolo el lechero, Delma la de Angelín, sus dos hijos (uno de los cuales es el que escribe) y demás
familia, les comenté sobre tus
mensajes de ayer. Por supuesto que te conocen, como tu a ellos. Me sacarón a colación que eras de la familia de Los Rapidiños. Un fuerte beso, Pacita.