RECUERDOS DE NIÑA.- 15.- De ordinario lo dirigía el sacristán con algún monaguillo, y entonces la cosa marchaba sobre ruedas. Pero algún año, dos o tres mozos pedían permiso al Sr. Cura para cantarlo ellos. Este no se atrevía a negarse y el cántico no iba tan bien. Poco acostumbrados a dirigir rezos, y un tanto nerviosos, alguna vez se “trabucaban”, y en la Iglesia da la risa con mucha facilidad.
En la plaza, hacen los hombres un poco de tertulia los domingos y días de fiesta, a la salida de ... (ver texto completo)
En la plaza, hacen los hombres un poco de tertulia los domingos y días de fiesta, a la salida de ... (ver texto completo)