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CASTILFALE: LA SEMANA SANTA.-14.- La Semana Santa solía ser muy...

LA SEMANA SANTA.-14.- La Semana Santa solía ser muy solemne. El monumento, lleno de luces –muchos vecinos llevaban velas-. Los sermones –los párrocos que conocí, fueron buenos o bastante buenos predicadores, los Calvarios y Misereres. Estos últimos los cantaban por las calles, y creo que los organizaba la cofradía de la Vera Cruz. Como las campanas enmudecían, avisaban, para todos estos actos, a toque de “Carracón”. Casi todos los chicos teníamos nuestra carraca. Cuando se terminaban los cánticos de las tinieblas, y todo se quedaba oscuro, empezaban a sonar el “Carracón” y las carracas, haciendo un ruido infernal. Pero a nosotros nos divertía mucho, y estábamos deseando que el sacristán, tardara en encender la luz, que era la señal de parada.
Al Santísimo lo velaban los socios del Apostolado de la oración. El turno era de una hora. Las mujeres hacían la vela de día y los hombres de noche. Porque la noche del jueves al Viernes Santo, la Iglesia no se cerraba.
Algunos años, el viernes Santo, por la noche, cantaban un curioso Rosario que no he oído cantar en ninguna otra parte.
Lo llamaban el Rosario de la buena muerte. Para dar idea de lo que era, voy a poner aquí una muestra de aquella especie de versos. Cantaban, desde el coro:
Por la sangre que vertiste
cuando te circuncidaron
Y contestaba el pueblo, también cantando
Danos Señor buena muerte
por Tu Santísima muerte
Y mucho más adelante, porque el “rosario” iba recorriendo, a su modo, los “misterios”,
Por los cinco mil azotes
que en la columna te dieron
Siempre contestaba el pueblo
Danos Señor buena muerte
por tu Santísima muerte
Parecen muchos azotes, pero estoy segura de que el cántico era así, aunque como era muy largo, nunca lo aprendí del todo.