LOS ANIMOSOS CASTILFALENSES.- 23.- El Concejo y vecinos, no se conforman, apelan y consiguen que les devuelvan lo embargado. Son animosos y no se amilanan fácilmente. En tiempo de don Luis Barba, conocen que están en plan de inferioridad, porque este señor ha sido Regidor de la ciudad de León, y es caballero, pero ellos se han informado de letrados y saben lo que tienen que hacer.
Por fin, en mil seiscientos once, siendo señores doña Francisca Sarmiento de Mendoza y su esposo don Pedro Sarmiento Pacheco, cansados el Concejo y vecinos de pleitear, “que los pleitos son costoso y los resultados dudosos”, tratan de hacer un concierto o transacción. Los señores parece que están bien dispuestos a ello, estipulan las condiciones, y ambas partes acuden al Rey para que lo autorice. Se conoce que, ya entonces, las cosas de palacio marchaban despacio y con mucho papeleo, y el Rey pide amplia información. Los pleitos han pasado una y otra vez por el Adelantamiento de León y por la Real Chancillería y Audiencia de Valladolid. El viejo libro hace larga historia de ello.
Por fin, en mil seiscientos once, siendo señores doña Francisca Sarmiento de Mendoza y su esposo don Pedro Sarmiento Pacheco, cansados el Concejo y vecinos de pleitear, “que los pleitos son costoso y los resultados dudosos”, tratan de hacer un concierto o transacción. Los señores parece que están bien dispuestos a ello, estipulan las condiciones, y ambas partes acuden al Rey para que lo autorice. Se conoce que, ya entonces, las cosas de palacio marchaban despacio y con mucho papeleo, y el Rey pide amplia información. Los pleitos han pasado una y otra vez por el Adelantamiento de León y por la Real Chancillería y Audiencia de Valladolid. El viejo libro hace larga historia de ello.
Esto de las cosas de palacio van despacio aún no ha desaparecido, todo sigue igual.