Esta fábrica de chocolate se lleva dedicando, a lo largo ya de tres generaciones, a elaboración artesanal de productos derivados del cacao, convirtiéndose en sinónimo de calidad en la industria chocolatera leonesa.
La empresa familiar, fundada en 1916, sigue hoy en día llevando a cabo el proceso tradicional de elaboración: se utilizan los mejores cacaos del mundo para tostarlos en un bombo de leña; a continuación, se muele el grano en un molino de piedras de granito para hacer la mezcla de los ingredientes en un galé.
La empresa familiar, fundada en 1916, sigue hoy en día llevando a cabo el proceso tradicional de elaboración: se utilizan los mejores cacaos del mundo para tostarlos en un bombo de leña; a continuación, se muele el grano en un molino de piedras de granito para hacer la mezcla de los ingredientes en un galé.