Es tanto lo que me acuerdo de Castro,
de mi gran amigo Olegario,
de su amable mirada,
de esa sonrisa encantada
que transmite el cariño,
que siempre me reccuerda
a la tia Covadonga
que ahora ya está en la gloria.
Es que Olegaario,
siempre está dispuesto
a servir siempre con mimo
y a mostrarnos el cariño,
bebiendo un jarro de vino
y un sabroso chorizo.
Recibe un abrazo para tí y tus sobrinos,
Anselmo desde Vigo
de mi gran amigo Olegario,
de su amable mirada,
de esa sonrisa encantada
que transmite el cariño,
que siempre me reccuerda
a la tia Covadonga
que ahora ya está en la gloria.
Es que Olegaario,
siempre está dispuesto
a servir siempre con mimo
y a mostrarnos el cariño,
bebiendo un jarro de vino
y un sabroso chorizo.
Recibe un abrazo para tí y tus sobrinos,
Anselmo desde Vigo