Ete es un perro que recuerdo con cariño, era muy noble y estuvo muchos años con nosotros. Era muy grande, imponia verlo, pero nunca mordió a nadie, era muy noble, muy cariñoso y de lo más obediente, recuerdo que hasta espantaba las gallinas cuando éstas hacian daño en algún prado o huerto, y no les hacia daño ninguno, todo lo entendia, no le faltaba más que hablar.