La madreñas siempre saco
al borde de mi ventana
el día 5 de Enero
en fecha tan señalada
para esperar el lucero
que ponga en ellas su estampa
y las vista con esmero
con el sol de la alborada
de esas alas que yo quiero
y volar por toda Omaña
sintiendo ese placentero
requiebro de la mirada
que se asoma y me acompaña
en plenitud deseada
por esos limpios senderos,
mis ardientes mensajeros
de la juventud del alma,
del ensueño de sentir
y poder yo reabrir
el balcón de tan sutil
albergue de tu mirada.
Ay, que pronto va a sañir
el sol de Marzo y Abril
en este entorno feliz
de una Tierra desbordada
del delirio tan gentil
de sentirse enamorada
y siempre estar inundada
del aroma de jazmín
que es adorno del vivir
en tu verdor de esmeralda
y es tan puro en su dormir
que despierta sin salir
del sopor que es el morir
en placer de tanta calma.
Omaña, díme razones
de sentir las sensaciones
de la lluvia d emociones
que el corazón..... nos reclama.
Tavines
al borde de mi ventana
el día 5 de Enero
en fecha tan señalada
para esperar el lucero
que ponga en ellas su estampa
y las vista con esmero
con el sol de la alborada
de esas alas que yo quiero
y volar por toda Omaña
sintiendo ese placentero
requiebro de la mirada
que se asoma y me acompaña
en plenitud deseada
por esos limpios senderos,
mis ardientes mensajeros
de la juventud del alma,
del ensueño de sentir
y poder yo reabrir
el balcón de tan sutil
albergue de tu mirada.
Ay, que pronto va a sañir
el sol de Marzo y Abril
en este entorno feliz
de una Tierra desbordada
del delirio tan gentil
de sentirse enamorada
y siempre estar inundada
del aroma de jazmín
que es adorno del vivir
en tu verdor de esmeralda
y es tan puro en su dormir
que despierta sin salir
del sopor que es el morir
en placer de tanta calma.
Omaña, díme razones
de sentir las sensaciones
de la lluvia d emociones
que el corazón..... nos reclama.
Tavines
Contemplar esas sonrisas
de quién tanto idolatré,
es sentir cómo esa brisa
que te mece en su caricia
de dos seres de delicia
de candor y placidez
a los que ví y encontré
en este Cristo Bendito
que clama con su gran grito
porque es un Cristo Omañés.
Tavines
de quién tanto idolatré,
es sentir cómo esa brisa
que te mece en su caricia
de dos seres de delicia
de candor y placidez
a los que ví y encontré
en este Cristo Bendito
que clama con su gran grito
porque es un Cristo Omañés.
Tavines
Se les ve tanta alegría
a estos Pedazos de Cielo
que yo en verdad os diría
que más que sobrina y tia
me parecen dos Luceros
del Alba que anuncia el día.
Angeles Mensajeros,
bajados de muy arriba,
de donde se tiñe la aurora
que es suprema bordadora
del jazmín de Omaña mía.
Tavines
a estos Pedazos de Cielo
que yo en verdad os diría
que más que sobrina y tia
me parecen dos Luceros
del Alba que anuncia el día.
Angeles Mensajeros,
bajados de muy arriba,
de donde se tiñe la aurora
que es suprema bordadora
del jazmín de Omaña mía.
Tavines