Esmensaje responde a Antonio e intenta dar unos mimos a Adela,"nuestra Pochita" crei leer; al repasar veo que dice otra cosa. Acerca del "arroz con leche" es la vieja canción infantil
"Arroz con leche, me quiero casar
con una señorita de San Nicolás
que sepa tejer, que sepa bordar,
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar".
Imagina que todos los niños cantaban, yo también... y desentonaba. Siempre quise integrar el coro escolar, jamás me llamaron y eso que mi buena memoria me permitía aprender las letras a la primera lectura; es uno de los "chichones" de la vida y aunque va lenta, cuido mucho mi memoria porque cualquier incentivo la pone en marcha y enriquece mi presente. Adelita: ánimo, te nombramos tantas veces que tus orejas estarán siempre rojas... Antonio escribe que los jóvenes no han aprendido el arte de dar más vida a los años... quién puede afirmarlo? yo no. Fui joven y como tal, feliz, triste, animosa, porfiada, leal, valiente, optimista, rebelde y audaz; tímida e insegura. Vanidosa e imposible, generosa, llorona hasta el hartazgo... trabajadora, derrochona, ahorrativa, tuve esperanzas y fe. ¿Cuál de todas esas facetas predominó? Pero vivía a pleno, mi alma arrullaba tormentas y aventuras, soñaba horizontes y luchaba contra todas las tormentas... la juventud se fue aplacando... y ahora soy una abuela que bebe los vientos por sus nietos y saca lustre a la esperanza y renueva el pedido de la fe para que transitar esta etapa. He leído por ahí que la música nos rejuvenece (¡Bien Antonio!) sobre todo la que nos gusta o está unida a lindos recuerdos.
Adelita: un abrazo enorme y a tomar fuerzas prontito. Nelba
"Arroz con leche, me quiero casar
con una señorita de San Nicolás
que sepa tejer, que sepa bordar,
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar".
Imagina que todos los niños cantaban, yo también... y desentonaba. Siempre quise integrar el coro escolar, jamás me llamaron y eso que mi buena memoria me permitía aprender las letras a la primera lectura; es uno de los "chichones" de la vida y aunque va lenta, cuido mucho mi memoria porque cualquier incentivo la pone en marcha y enriquece mi presente. Adelita: ánimo, te nombramos tantas veces que tus orejas estarán siempre rojas... Antonio escribe que los jóvenes no han aprendido el arte de dar más vida a los años... quién puede afirmarlo? yo no. Fui joven y como tal, feliz, triste, animosa, porfiada, leal, valiente, optimista, rebelde y audaz; tímida e insegura. Vanidosa e imposible, generosa, llorona hasta el hartazgo... trabajadora, derrochona, ahorrativa, tuve esperanzas y fe. ¿Cuál de todas esas facetas predominó? Pero vivía a pleno, mi alma arrullaba tormentas y aventuras, soñaba horizontes y luchaba contra todas las tormentas... la juventud se fue aplacando... y ahora soy una abuela que bebe los vientos por sus nietos y saca lustre a la esperanza y renueva el pedido de la fe para que transitar esta etapa. He leído por ahí que la música nos rejuvenece (¡Bien Antonio!) sobre todo la que nos gusta o está unida a lindos recuerdos.
Adelita: un abrazo enorme y a tomar fuerzas prontito. Nelba