Aún puedo escuchar, aunque sea en el lejano recuerdo, el tableteo del pico de las
cigüeñas en la
torre de la
Iglesia, y a mis primas (os) diciendo que la habían visto con una culebra en las garras, yo me acuerdo solamente de la gsllina clueca que cacareaba al verla volar (seguramente confundiendola con un milano) lo que ahora, después de tantos años, me pregunto es si seguirán yendo las cigüeñas a
anidar en la torre, quisiera creerlo Rojo.