Y te quedaste para siempre en Compludo, descansando en su valle y sabemos que estás ahí, pero te echamos de menos, es imposible no echarte de menos abuelo, imposible no imaginarte al calor de la estufa, con tu gorra y tu cayata explicándonos historias que sabemos de memoria y que nos encanta escuchar. Porque a nosotras el amor se nos queda pequeño cuando pensamos en ti.
Mil besos de tu familia, que te adorará siempre.
Montse.
Mil besos de tu familia, que te adorará siempre.
Montse.