Regresamos sanos al templo después de bendecir los
campos y nosotros bendecir a Dios porque el hace crecer lo que nosotros sembramos, quién lo duda? nadie se quedó en
casa, así comienza el día de
San Isidro, patron de los y las labradoras y gentes del
campo, un día largo y
feliz, porque se alarga..... sí, sí.