Es verdad, yo aun recuerdo un poco esa época, luego ya empezaron a comprar mas aparatos de radio, mas tarde y cuando ya el no estaba, llego la televisión. Me decia mi abuelo que el maestro venia todas las noches a escuchar la radio, radio Andorra internacional, querian estar informados. Todos los dias habia que hacer algo Esos fuyacos antes de llegar a la lumbre yo los recuerdo cuando los ponían atados en "fejes" apoyados por todas las paredes del pueblo al sol hasta que estaban secos y lo que jugamos al escondite metiéndonos en el hueco que quedaba entre los fuyacos y la pared. Aquel olor a hojas de roble secas cuando ya los guardaban en las tenadas para el invierno, como les gustaba esa hoja a las cabras y ovejas!
Aquellas sopas de pan de centeno que a mi entonces no me gustaban, al contrario que ahora que de vez... Serian alrededor de las ocho de la mañana, y ese humo con el caracteristico olor de cuando se queman los fuyacos de rebollo despues haberlos comido las cabras y las ovejas me desperto, no se si fue el humo o el frio que hacia pues habia caido una buena helada, pero habia que lebantarse sin pereza.
En la cocina me esperaba una taza de pan de centeno, con su ajo, su pimenton, y podia echar toda la leche que queria fresca muy fresca, ese contraste que rico.
Las vacas habia que limpiarlas, lo primero...