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CORNOMBRE: Qué bien que estés ahí Audelina, cuantas cosas nos...

MARIA, la Manueca y el Piertigo para degranar tu centeno, si te parece bien, tu por un lado y yo por el otro, pero tenemos un problema... ¿quien nos lo siega?
Un saludo.

Si no teneis quien os lo siegue, iré yo pa alla. Pues a mi se me daba muy bien segar el centeno. ¿Teneis las herramientas, la oz o el hocín?
Vosotros sembrad que de la siega me encargo yo!

Por herramientas que no quede... hay de todo, incluso la bota del vino.
Un saludo

Bueno yo como veo que ya tenéis repartido el trabajo, en la tierra y en la era, yo me ofrezco para llevaros, las sardinas con huevos cocidos y cebollita picada con pan de hogaza............. Hay que ver, ¿por que sera que a mi siempre se me ocurre lo de la comida?........... Mecachis.

Claro que si, la comida también es importante y si el trabajo es duro como en este caso, con más razón, cada uno tiene que hacer lo que mejor sepa hacer.

Cuando se terminaban las majas hacian el bollo. Se trataba de migas de pan (que buenas estaban!) que se hacían en una caldera de cobre, en la era. De allí comiamos todos. Ese era el remate final de las majas

Qué bien que estés ahí Audelina, cuantas cosas nos cuentas, eso es otra cosa que yo no sabía. Gracias por tu buena memoria y las ganas de contarlo. Besines.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
De nada María; es un placer compartir estos ratos con vosotros; no veas lo bien que lo pasamos.
Yo creo que la costumbre del bollo se perdió en algún momento.
Son cosas que ya tenía olvidadas, pero me vienen a la memoria conforme se sacan temas.
Un besito que vammos a comer (un potaje murciano)
No lo sabias porque me mandaban a mi, por algo tu eras la niña mimada, tu a las tierras no llegaste a ir, y para las majas a nosotros en Cornombre nos quedaba mas cerca que en Manzaneda, pero bueno, tengo que reconocer, que tu también hacías muchas cosas y no tenias miedo a salir de casa aunque fuera ya muy de noche, aunque fuera para asustarme a mi......... si no se ni como te hablo, no me mataste de un susto de milagro.