Hola Isabel. En primer lugar bienvenida. Que todo te haya ido bien.
Despues del escrito de "el gran sacrificio", me escribiste un texto muy sincero y con mucha sensibilidad. Yo, todavía no sé por qué, no te contesté aquel día que contesté a todo el mundo que me dijo alguna cosa. Cuando me di cuenta estabas fuera, y hoy quiero contestarte.
No lo sé, pero creo que el motivo se lo debo a las malas pasadas que a veces me juega el subconsciente. Tú hablabas de la carencia de aquel abrazo de la madre, y muy pronto el no tener tampoco el del padre. Yo también perdí pronto a mi madre y eso, o no querer volver a recordar ese hecho muy triste, el subconsciente o lo que sea, me hizo que te saltara en la contestación. Lo siento. No hubo ningún motivo consciente.
Supongo que ya te habrás acostumbrado al agua infernal de Barcelona, yo a aquella calentona tardé bastante.
Claro que los padres, donde estén se sentirán orgullosos de nosotros al igual que nosotros nos sentimos de ellos.
Lo siento Isabel.
Un abrazo y otro pal Tista. Hoy lo he visto en una fotico de Rosales.
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