Esta foto tan bucólica nos ha encantado a las dos
¡que años Dios mio! ¡cuántas meriendas con las vacas!
Hola Marga, si cuantas meriendas y que bien se pasaba con las vacas.
Bueno bien no siempre, que yo recuerdo cuando moscaban y se volvían locas corriendo que yo me asustaba y las perseguia llorando del miedo que me daba verlas correr así.
A mi eso no me pasó ¡menos mal!