
Esta foto tan bucólica nos ha encantado a las dos
¡que años Dios mio! ¡cuántas meriendas con las vacas!
Hola Marga, si cuantas meriendas y que bien se pasaba con las vacas.
Bueno bien no siempre, que yo recuerdo cuando moscaban y se volvían locas corriendo que yo me asustaba y las perseguia llorando del miedo que me daba verlas correr así.
A mi eso no me pasó ¡menos mal!
y cuando estaban recién paridas y tenias que estar toda la tarde detrás de alguna que solo quiera ir para casa y al final lo conseguía en cuanto te despistabas un poco. Luego al llegar a casa había algo de bronca aunque mis padres eran bastante comprensivos con ello