
Queridísima Isabel: Me acuerdo mucho de tí. Te recuerdo perfectamente, igual que a tus hemanos. Bailamos muchas veces en Pascua (en La puebla y en el salón de Sandalio). Mándame tus inquietudes y recuerdos de aquel tiempo pasado, que ya no volverá. Nuestras tradiciones y raices no se pueden perder y yo soy féliz, regresando a los dulces años de nuestra juventud amada y añorada. Un beso muy fuerte.