Mi abuela nunca tenia tiempo para poses, no se como esta vez se presto a sentarse en la carretilla, siempre tenia algo que hacer, nunca la vi parada.
Dura y sufrida, la primera para lo duro y la ultima para lo bueno. La mujer omañesa lo aceptaba asi o al menos asi lo vi.
Diz Doña Madre: la abuela de Tirso no se llamaba Anastasia.. se llamaba María! jajajajojojuju