No te preocupes, Tirso, que en
Folloso ya no hay majas, de las de majar el
pan, de las otras todavía quesan, por lo tanto ya no necesitamos baleos.
Y pacer, pacer, pacen las
vacas y rumiantes en general y como en Omañan no quedan vacas no hay cuidado. Además los bidules tienen altura suficiente para defenderse.
Ahora bien, yo te pido encarecidamente que vigiles y cuides muy bien el bidular. Son unos
árboles muy especiales, no solo por la suavidad y blancura de su tronco sino por la sensibilidad
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