Tambien por aqui existia la barbara costumbre (por lo menos en nuevos tiempos de la motosierra, creo que antes no) de cortar los grandes y utilizarlos para rastrear tirando de ellos con el tractor, rasguñando el suelo (no se que palabra utilizar) los praos en otoño limpiando y esparciendo el abono y hojarasca.
Tambien eran de los mas temidos por los rapazes, cuando se pichaban con un espino de estos.