Tanto en
nieve como en hielo, los consejos de conducción son prácticamente los mismos, aunque debemos extremar la precaución si se trata del segundo. Arrancaremos en segunda velocidad, utilizaremos el freno motor siempre que nos sea posible y llevaremos engranada la marcha más larga que nos permita circular entre 1.500 y 2.500 rpm. Si nos vemos obligados a frenar, debemos hacerlo siempre con las ruedas rectas, porque de lo contrario es posible perder el control el
coche.
En caso de sobreviraje,
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