De agua de los prados y el pasadizo quedó sepultado por los arrastres del río.
En el término de Corporales se inician las explotaciones auríferas romanas del valle del Eria que nace en el valle de las Rubias, el cual desciende de la cima del Teleno, montaña consagrada al “Dios Marte” bajo la advocación de “Marti Tileno” que en romance dio Marte Teleno, hibridísmo de origen latino-griego que significa “Marte, Lanzador de Rayos” de donde toma su nombre la montaña; según la tradición local, el valle y arroyo de las Rubias deben su nombre a la existencia de una “venta” que en tiempos atrás estuvo atendida por dos hermanas así llamadas “ las rubias”, murieron y la venta desapareció; pero aún se hallan en su lugar, fragmentos de teja, la insinuación del algún cimiento y el borroso trazado de lo que fue una extensa huerta, ahora sin cultivar y casi invadida por la pradera.
Al final del valle de las Rubias, caso coronando el Teleno está la peña de la Chimenea, una perforación vertical que partiendo de la base atraviesa la roca; aún se aprecian en las paredes las muescas en donde fijaron sus pies los esclavos que la practicaron siguiendo el filón de cuarzo aurífero incrustado en su seno. Otras calicatas de comprobación a escasa profundidad se observan en las bases de los peñascales adyacentes. La más curiosa es una a modo de hornacina en donde según la voz popular fue recogida la imagen la Virgen de las Ribas que ahora se venera en la ermita del pueblo. Etimológicamente la expresión procede de las voces latinas “ad (a) y Ripa”-ribera-; está empleada en sentid adverbial y quiere decir virgen procedente de los lugares que se hallan en dirección a lo que está más elevado.
Otra peña del valle de las Rubias, lleva el nombre de peña “Sartana”, esto es peña de Santa Ana; también existe la peña de “Sartañin”que significa “peña de San Antonín”.
En el término de Corporales se inician las explotaciones auríferas romanas del valle del Eria que nace en el valle de las Rubias, el cual desciende de la cima del Teleno, montaña consagrada al “Dios Marte” bajo la advocación de “Marti Tileno” que en romance dio Marte Teleno, hibridísmo de origen latino-griego que significa “Marte, Lanzador de Rayos” de donde toma su nombre la montaña; según la tradición local, el valle y arroyo de las Rubias deben su nombre a la existencia de una “venta” que en tiempos atrás estuvo atendida por dos hermanas así llamadas “ las rubias”, murieron y la venta desapareció; pero aún se hallan en su lugar, fragmentos de teja, la insinuación del algún cimiento y el borroso trazado de lo que fue una extensa huerta, ahora sin cultivar y casi invadida por la pradera.
Al final del valle de las Rubias, caso coronando el Teleno está la peña de la Chimenea, una perforación vertical que partiendo de la base atraviesa la roca; aún se aprecian en las paredes las muescas en donde fijaron sus pies los esclavos que la practicaron siguiendo el filón de cuarzo aurífero incrustado en su seno. Otras calicatas de comprobación a escasa profundidad se observan en las bases de los peñascales adyacentes. La más curiosa es una a modo de hornacina en donde según la voz popular fue recogida la imagen la Virgen de las Ribas que ahora se venera en la ermita del pueblo. Etimológicamente la expresión procede de las voces latinas “ad (a) y Ripa”-ribera-; está empleada en sentid adverbial y quiere decir virgen procedente de los lugares que se hallan en dirección a lo que está más elevado.
Otra peña del valle de las Rubias, lleva el nombre de peña “Sartana”, esto es peña de Santa Ana; también existe la peña de “Sartañin”que significa “peña de San Antonín”.