Es bonito ese refrán,"la nieve por octubre siete lunas cubre", muy poético. Yo desde que empece a subir a Correcillas yo sólo con 16 años (no como ahora que los chavales no saben ir solos no a orinar), he pisado mucha nieve. Los recuerdos se almacenan en la memoria, aunque la bruma del tiempo lo va difuminando todo. Para mi la nieve (como a Julio LLamazares el Poeta) y el mar, marcan mi vida y me recuerdan mis orígenes, aunque los budistas dicen que el exceso de apego a un sitio, una cosa o la posesión excesiva de recuerdos, a la larga crean dolor y desasosiego. También tenemos que aprender a olvidar si eso empieza a ocurrir. De momento pesa más los recuerdos positivos, y aunque ya no subo tanto como antes, volveré a recorrer los caminos desgajados por el tiempo en Correcillas.