Nací en Ciguera.Ahora vivo en Barcelona.Soy Vicente.Me agrada mucho identificar a algunos ciguereños, como yo, que escriben y recuerdan cosas y situaciones tan entrañables de nuestro pueblo:mi primo José Luis de VA, Concha de SS, Pili de VA, una de las hermanas de Toreno... Los que allí nos criamos, recuerdo que embadurnamos muchas pizarras con los pizarrines que hacíamos en el Canalón, subimos muchas veces a Castriello a buscar carralones, nos dieron algunas veces casi las cinco de la tarde escondidos en cualquier tenada cuando jugábamos a "tres marinos"...Y a continuación, claro, por no haber entrado a la escuela, nos "dieron" a algunos. Las juajas siempre se libraban.Yo caía casi todas las tardes.
Hoy quiero recordar la última vez que estuve en mi pueblo viviendo allí todavía mis padres.Fue por Navidades.Estuve entre los que pedimos por última vez los aguinaldos.Tal vez haya sido el año 71(!el siglo pasado!).Nevaba.Creo recordar conmigo a Adolfo, Ignacio, Balta, Cándido, Dalmacio, supongo que José Antonio y Santos, Miguel Angel..., más Fernandín, Bernardino, Paquines... Pedidos los aguinaldos, fuimos a casa de Angel y Carola, la casa vieja, que ya no existe.Estaba cerrado.Adolfo, no sé cómo abrió la puerta, subimos a la cocina, Carola que oyó ruido se levantó y no hubo forma, a la calle... Fuimos a casa de tía Ción y tío Aureliano, y gracias a que aquel año estaba Belarmina les convencimos y allí nos quedamos.Belarmina fue, además de la cocinera, la vida y alma de los últimos aguinaldos de Cigura, con pocos mozos y pocos vecinos, pero muy bien avenidos. Vicente.
Hoy quiero recordar la última vez que estuve en mi pueblo viviendo allí todavía mis padres.Fue por Navidades.Estuve entre los que pedimos por última vez los aguinaldos.Tal vez haya sido el año 71(!el siglo pasado!).Nevaba.Creo recordar conmigo a Adolfo, Ignacio, Balta, Cándido, Dalmacio, supongo que José Antonio y Santos, Miguel Angel..., más Fernandín, Bernardino, Paquines... Pedidos los aguinaldos, fuimos a casa de Angel y Carola, la casa vieja, que ya no existe.Estaba cerrado.Adolfo, no sé cómo abrió la puerta, subimos a la cocina, Carola que oyó ruido se levantó y no hubo forma, a la calle... Fuimos a casa de tía Ción y tío Aureliano, y gracias a que aquel año estaba Belarmina les convencimos y allí nos quedamos.Belarmina fue, además de la cocinera, la vida y alma de los últimos aguinaldos de Cigura, con pocos mozos y pocos vecinos, pero muy bien avenidos. Vicente.