El
manto inmenso de la sutil blancura
viste de esplendor la desolada
ruína
que envejecida y triste en su amargura
se alza gloriosa en la colina.
Cantos de soledad y de hermosura
inmersos en la fatal melancolía
armas de otros tiempos de bravura
sumidos en el sueño y la agonía.
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