Adelita queridísima: Me haces inmensamente
feliz con tus palabras y aunque casi me dejo la piel en la búsqueda de "Antonín" cómo le llamaba cariñosamente Filomena, mereció la pena por ver y sentir el apoyo y comprensión de personas tan sumamente maravillosas y llenas de sentido común, cómo tú.
Fíjate cómo quedó el aparato y a pesar de ello salió indemne pero un fatal y gravísimo error de identificación con unos milicianos que se acercaban a lo lejos, le hizo perder su vida.
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