Muchísimas gracias a Adelita y Armando por su inolvidable y carñoso detalle. Las cuatro bombas de 100 kg cada una no exploraron con el brutal choque. Adelita queridísima: Me haces inmensamente feliz con tus palabras y aunque casi me dejo la piel en la búsqueda de "Antonín" cómo le llamaba cariñosamente Filomena, mereció la pena por ver y sentir el apoyo y comprensión de personas tan sumamente maravillosas y llenas de sentido común, cómo tú.
Fíjate cómo quedó el aparato y a pesar de ello salió indemne pero un fatal y gravísimo error de identificación con unos milicianos que se acercaban a lo lejos, le hizo perder su vida.