EL CASTILLO: Gracias, Victoria, por tu recuerdo. Tus versos, rebosantes...

Gracias, Victoria, por tu recuerdo. Tus versos, rebosantes de hermosura y de paz, se extienden cautelosos, deslizantes y cómo la bruma matutina del Omaña, invaden nuestro corazón, impregnando el valle paradisíaco que tu ofreces a su contemplación. Recibe ese beso que siempre has querido que llegara a tu mejilla.