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EL CASTILLO: F. Fernández / León...

F. Fernández / León
La asociación de defensa del Patrimonio Cultural y su entorno mantiene entre sus actividades una cuestionada, y a veces polémica, Lista Roja del Patrimonio.
Una lista polémica, según sus detractores (entre los que se encuentra la dirección general de Patrimonio de la Junta), por la metodología que aplican para incorporar elementos del patrimonio a ella. Se le acusa de falta de unos criterios uniformes. De hecho, no son 'técnicos' o expertos de Hispania Nostra los que van sumando nuevos elementos a la lista roja, sino que cualquier persona puede enviar un correo electrónico en el que cumplimenta una ficha mínima y después van apareciendo cuando a la Asociación le parece oportuno. "Resulta fácil y frívolo generar un alarmismo social y localista que resulta injusto y, además, en el caso de esta lista, absolutamente carente de rigor y de todo punto inoperante por ello, desprestigia a quien la generaliza", llegó a escribir el director general de Patrimonio de la Junta en una recordada polémica.
Frente a ello, el presidente de Hispania Nostra siempre aclara "que la asociación sólo pretende con la lista roja llamar la atención sobre el peligro de desaparición, destrucción o alteración esencial. Creemos que lo verdaderamente importante es mantener viva la conciencia pública sobre el valor del patrimonio".
León, ya son quince
Cuestionada o no, la realidad es que se trata de una iniciativa muy periodística, muy noticiosa, y se ha convertido en una referencia a la hora de hablar del patrimonio. Trístemente León siempre ha estado en los primeros puestos de esta lista, en sus inicios con cuatro elementos, después con 10, 12... y ahora con quince. Siendo la provincia de la Comunidad que más elementos 'en peligro de ruina' tiene, uno más que Segovia (14), tres más que Burgos (12) y cuatro que Zamora (11).
Este salto al liderato se debe a que en la última oleada de incorporaciones se han sumado tres edificios de características bien diferentes: Una casa señorial de La Veguellina de Cepeda, la ermita de San Antonio Abad (Villaquite) y el castillo de Benar, en Omaña.
Se trata de tres ejemplos muy diferentes. La casa señorial de La Veguellina de Cepeda presenta un estado de ruina casi total, apenas un par de paredes recuerdan que "este lugar fue de mucho rango", como repite Valentín Fernández, uno de los últimos descendientes de sus moradores y que vive en la localidad.
La casa, de propiedad particular, debió pertenecer a alguna rama de los marqueses de Astorga, que asimismo eran señores de la merindad de La Cepeda. En estas pocas paredes que permanecen aún en pie se observan excelentes dinteles de piedra y otros fueron llevados del lugar, uno de ellos está precisamente de 'banco' en la acera de la casa del citado Valentín Fernández, quien también ha colocado en una pared otra piedra con una inscripción perteneciente al 'caserío' hoy en ruinas.

EL CASTILLO DE BENAR ESTÁ EN OMAÑA (por cierto, la lista de Hispania Nostra dice en Oñana), en la localidad llamada significativamente El Castillo. Está asentado sobre un antiguo castro posiblemente de la época romana. Está en un privilegiado altozano desde el que se contempla todo el valle y está documentado que ya en 1366 don Enrique II de Trastámara concede a Juan González de Bazán este castillo. En la actualidad apenas quedan en pie unos paños de la muralla y restos de la torre, pero al observarlo se comprende que debio ser magnífico. Fue cárcel en el siglo XV, se reformó en el XVIII y volvió a ser de nuevo prisión en el XIX.

La ermita de San Antonio Abad de Villaquite "fue la única iglesia de la localidad hasta el siglo XVII en que se construyo una nueva. Empezo a degradarse hasta su hundimiento hace unos 20 años. Ya sólo queda el frontal con la espadaña y restos de los muros perimetrales. Junto a la ermita existía un campanario de escasa altura con dos grandes campanas, que fundieron en 1958 para hacer otras campanas para la nueva iglesia".